El rey Arthansas tenía 3 hijos varones. Según la tradición debía decidir quién sería su sucesor observando quien era el más adecuado para el trono.
Un día los 3 niños llegaron a la corte del rey luego de una pelea que habían tenido por un arpa.
Jaime el mayor, decía que el debía tenerla, pues era el único que había tomado lecciones y sabía tocarla.
Javier, el del medio, decía que sus hermanos ya tenían otros instrumentos y el no tenía nada, que su vida mejoraría más que la de ellos si el la obtenía y llenaría sus días aburridos de entretenimiento.
Julen, el más pequeño, dijo que él la había construido, que había comprado los materiales con su mesada y había trabajado en ella bajo la guía de un artesano.
Arthansas aprovecho la oportunidad.
Arthansas: Dejen de lado su interés personal e imaginen que toman esta decisión con el futuro del reino en mente ¿Quién debería quedarse con el arpa para que todos prosperemos?
Jaime: Obviamente yo, deberíamos dar los recursos a los que pueden usarlos mejor, yo sé tocarla por lo que muchos se beneficiarían al escuchar mi música.
Javier: ¡Padre! Jaime no necesita el arpa porque ya sabe tocarla y Julen se puede hacer otra. Si queremos el bien de todos lo más justo es que me la des a mí, el que más la necesita.
Julen: No hay que decidir a quién dársela, porque el arpa no es de otros para dar, yo la hice y a mi me pertenece, un reino no puede prosperar sin justicia.
Al final Arthansas escucho sus razones y entregó el arpa a Julen.
Cuando Jaime reclamó le explicó que en un reino guiado bajo su filosofía la gente emprendedora como Julen dejará de producir y se dedicará a perseguir prestigio, a hablar mucho y hacer poco, a buscar certificaciones y posiciones de poder que les permitan extraer recursos de los que trabajan hasta que estos se harten.
Cuando Javier reclamó le dijo que en un reino guiado bajo su filosofía la gente emprendedora como Julen aprendería rápidamente a no construir arpas, sino a quejarse de su suerte sin hacer nada para que le regalen las cosas.
“Un rey justo no debe tratar a sus súbditos como esclavos, no debe quitar lo que es fruto del esfuerzo de alguien por la fuerza, no importa que tan beneficioso parezca el resultado de esta acción para otros. Esto solo funciona en el corto plazo, a la larga, los productivos se dan cuenta de que los están esclavizando y dejan de producir. Si dejan de producir, todos en el reino empiezan a vivir peor” explicó Arthansas mientras daba el arpa y la sucesión a Julen.
Gracias.