Como vencer a los demás
Se dice que no debes estar comparandote con otros, que solo compites contigo mismo. Esto es cierto en algunos casos, pero no en todos. Existen muchas situaciones en donde tendrás que competir:
Si postulas a una universidad.
Si postulas a un puesto de trabajo.
Si quieres un ascenso.
Si quieres atraer a alguien del sexo opuesto.
Si emprendes o tienes un negocio convencional.
En estos casos y muchos otros vas a tener con competir, negarlo es de tontos. Tienes que intentar ser mejor que los demás.
Existen otros casos donde no tienes que competir, pero la gente compite por estatus. Tipos gastando para demostrar que tienen más dinero que su vecino o preocupados por sonar más inteligentes que el resto. Esto es un error, no compitas solo para estar arriba de una jerarquía que no importa. Compite cuando quieras algo limitado que otras personas también quieren: una cuota del mercado, un puesto de trabajo, una mujer, etc.
Hace muchos años al terminar secundaria decidí estudiar en una de las mejores universidades de mi país. Era una universidad pública con pocos cupos y muchos postulantes. Para entrar tenía que dar un mejor examen de ingreso que el resto.
¿Que hace la mayoría que quiere entrar a una buena universidad? Intentar hacer exactamente lo mismo que los demás, pero mejor. Sacar las mejores notas que puedan en el colegio. Meterse en una academia preuniversitaria y rezar por entrar.
El problema es que no hacen nada diferente. Intentan hacer exactamente lo mismo que toda su competencia, pero con más fuerza. Hay decenas de miles de personas haciendo eso y para destacar entre ellos debes tener suerte y un IQ superior.
Amigo puedes que seas muy inteligente, pero no siempre vas a tener suerte.
Por eso debes competir con los demás de una forma “rara”. Debes buscar un método menos convencional para lograr el mismo objetivo.
En la escuela fui un estudiante mediocre y sabía que tenía muchas carencias en matemáticas (el punto más importante del examen de ingreso). Decidí eliminar estas carencias.
En vez de esforzarme más con lo que estaba viendo en clases y meterme en una academia (el método estandar que no se ajustaba a mi situación particular) decidí dominar las matemáticas por completo, desde la base.
Agarré los libros del Baldor de álgebra y trigonometría y me juré leerlos por completo. No pasar la página hasta dominar los ejercicios que estaban en ella. Empecé con lo más básico lo que debí aprender cuando tenía 12 años y fue avanzando desde ahí.
Como nunca, me senté todos los días durante unos 40 minutos a hacer esto. Y en unos 4 meses ya había terminado.
Al final di el examen y fui el único entre los compañeros de mi escuela que entró. Venciendo a muchos que durante años sacaron mejores notas que yo y a los que se unieron a academias preuniversitarias.
¿Fue el método óptimo? Probablemente no. ¿Metí más horas de las necesarias? Tal vez. ¿Logré el objetivo? Sí.
Haberme puesto más serio en las clases y meterme en una academia habría sido algo que se esperaba de mí, el consejo más común que me dieron.
Ponerme por mi cuenta sin que nadie se entere ni me diga nada a leer libros de matemáticas todos los días es extremadamente bizarro para un adolescente de 16 años, pero por eso funciona.
Cuando fui a dar el examen no estaba ni nervioso, no necesitaba suerte porque dominaba todo lo que podían poner.
Para casos donde tengas que competir tienes que hacer cosas raras, que cuando otros se enteren de lo que hiciste piensen: yo jamás habría hecho algo así.
Que vayas a por el mismo objetivo no significa que debes seguir el mismo método.
Si quieres un trabajo y solo postulas por LinkedIn con un CV convencional estás compitiendo con miles. Si haces algo raro como mandarle un mensaje directo al encargado del área a la que quieres entrar explicando porque serías un buen elemento no compites con casi nadie.
Si buscas donde conocer chicas en el mundo real, dejas de competir con miles en Tinder.
Si ofreces un producto diferente no tienes que gastar tanto en publicidad ni preocuparte por poner el precio más bajo.
Hay cosas donde este consejo no aplica, por ejemplo, si quieres tener un cuerpo fuerte tienes que hacer lo que funciona y listo. No hay una cantidad limitada de músculo para repartirse entre las personas. Aquí hacer cosas raras no es necesario, ni inteligente.
En cambio, cuando vas a por algo limitado si tienes que competir. Irónicamente la mejor forma de competir es no compitiendo de forma directa. No compites en la aplicación del método. No hagas lo mismo que los demás durante más horas y más concentrado. Haz algo diferente recordando el objetivo de la competencia. Usa otro método, otros horarios, otro nivel de esfuerzo, no te fijes en lo que hacen los demás. Fíjate en lo que pueden lograr usando su método y logra algo mejor creando el tuyo.
Se raro, se diferente, se mejor.