Cuando los persas se proponían a invadir todo Grecia a los espartanos les fue prohibido ir a detenerlos por unos sacerdotes corruptos.
Leónidas no les hizo caso, se fue a dar un “paseo” con su guardia personal de 300 hombres y gano el tiempo y la inspiración necesaria para prevenir la invasión.
Leónidas era un rebelde.
Harry Potter se escapaba de su cuarto, se metía en zonas prohibidas y hasta creo una organización “criminal” para enseñar a defenderse a sus compañeros.
Harry Potter era un rebelde.
Jesús rompía las normas de su tiempo señalando lo que estaba mal y enseñando la verdad en contra de las leyes y autoridad de su era.
Jesús era un rebelde.
No sé a ti, pero cuando yo crecía siempre me enseñaron que las reglas debían respetarse. Me repetían una y otra vez que los buenos obedecían y seguían todas las normas. También decían que para que podamos vivir juntos era necesario seguir todas las reglas y mil cosas más.
Crecí con esta sensación:
Obediente=Buena persona
Rebelde=Mala persona
Yo soy latinoamericano.
Aquí las normas son, digamos, una referencia. Es una cultura informal donde la mayoría rompe las reglas y hace lo que le da la gana. Por un lado, esto es bastante molesto pues existe la cultura del “vivo” que saca ventajas, se salta la fila o se estaciona en el puesto de inválidos.
Al principio, como buen niño bueno, detestaba esta forma de vida. Me sentía más educado, inteligente y bueno por respetar todas las reglas, no importa que tan estúpidas sean.
Con el tiempo me di cuenta de que las cosas no eran tan blanco y negro. Hoy en día sigo pensando que si te saltas la fila eres un idiota y una basura de persona, pero veo aceptable que rompas algunas reglas estúpidas, incluso no solo aceptable, lo veo como algo honorable, sabio y positivo.
En la Alemania Nazi también había un montón de reglas y normas, seguirlas te hacía una mala persona. En la pandemia también se crearon un montón de reglas y normas, seguirlas te hacía un tonto pues la mayoría de ellas tenían resultados contraproducentes para tu salud y la de los demás.
Bajo el gobierno corrupto en el que probablemente vives si puedes leer español también hay un montón de estupideces diseñadas para perjudicarte y beneficiar a algún parásito.
Existen normas creadas por corruptos para buscar su propio beneficio y leyes creadas por estúpidos arrogantes que en el fondo no saben lo que hacen. Nos están quitando nuestra libertad una regulación a la vez. Me parece correcto romper estas regulaciones y leyes, sin que te agarren.
Luego, hay otros acuerdos, promesas o lo que sea que no están escritas. Que son más una estrechada de manos o el reconocimiento de que somos iguales ante la ley o ante Dios. Este tipo de compromisos para mi vale mil veces más que lo que escribió un burócrata resentido y sediento de poder.
Si llegas a un trato con alguien tienes que cumplirlo, no debes saltarte la fila porque no eres más que nadie. No es tan complicado.
La ley de plata, no le hagas a otro lo que no quisieras que te hagan a ti.
Rompe las reglas con las que no estás de acuerdo que te imponen las instituciones cada vez que puedas, pero nunca rompas la promesa que hiciste a un individuo. Una estrechada de manos vale mil veces más que una ley corrupta.