No te rindas
Hay quienes defienden no rendirse nunca y hay para quienes que es sabio saber cuándo retirarse. Yo creo que lo primero que debemos hacer es definir la palabra rendirse.
Para mí, rendirme es dejar de intentar aproximarte a la meta deseada de forma permanente. Bajo esta definición pienso que deberíamos rendirnos nunca. Quiero dejar claro que, bajo esta definición, esto no es rendirse:
Tomar un descanso.
Cambiar el método que utilizas.
Descubrir que estabas persiguiendo la meta incorrecta (tienes que ser honesto).
Voy a atacar los 3 argumentos a favor de rendirse:
“Si no te rindes sacrificarás tu tiempo/dinero/esfuerzo”
Es verdad, la cosa es que te preguntes ¿El sacrificio vale la pena si alcanzo mi meta? ¿Y si aunque sea me acerco a ella? ¿De verdad tengo algo mejor que hacer? ¿Existe una forma de alcanzar la meta haciendo sacrificios que valgan la pena?
Todas estas preguntas te ayudarán a descubrir si la meta que persigues es la correcta.
Si lo es, se presenta otro problema: A veces hacemos sacrificios que no nos acercan a la meta. Esto sucede porque usamos el método incorrecto.
Si te rindes, después de equivocarte y no haber podido acercarte a tu meta lo que sacrificaste será desperdiciado. Si sigues haciendo el mismo sacrificio, no te rendirás, pero serás un tonto que no se acerca a su meta.
No basta con no rendirte. Lo que tienes que hacer es cambiar el sacrificio. El sacrificio que no funcionó te ayudará a saber lo que no tienes que hacer, te acercó a tu meta de una forma indirecta, si intentas alcanzarla de otra forma, no habrá sido en vano.
No te rindas, solo cambia, vuélvete mejor y vuelve a intentarlo de otra forma.
“Hay metas que son inalcanzables o improbables de conseguir así que lo mejor es rendirse”
Si somos realistas esto es verdad. Un buen ejemplo es la libertad financiera. Tal vez no esté al alcance de todo el mundo, pero ¿De verdad esto significa que no vale la pena perseguirla? ¿Es mejor rendirse y ya?
Es más libre alguien que tiene un poco de dinero invertido y ahorrado que otro que está lleno de deudas. Tal vez no sea totalmente libre, pero vive mejor. Puedes disfrutar de algunos beneficios de tu meta solo por perseguirla.
Si tu meta es buena el balance sacrificios/beneficios será positivo incluso antes de alcanzarla. Rendirte y gastarte tu dinero en deportivo para impresionar a otros no te hará feliz en el largo plazo, ir construyendo algo que te acerque tu meta te hará feliz en el camino, te hará más fuerte y te dará la probabilidad de alcanzarla algún día y créelo amigo la probabilidad es mejor que nada.
“Es prácticamente imposible que voltees esto, ya es demasiado tarde para ganar”
Esta es común en metas en el corto plazo. Tipo cuando estás perdiendo un partido de futbol por 5 goles o algo así. Y es totalmente cierto, a veces estás en una situación de desventaja inmensa y el límite de tiempo te hace imposible encontrar otro camino ¿Esto significa que sea sabio rendirte? No. Hay un límite de tiempo ¿Qué más vas a hacer? ¿Sentirte un genio mientras no lo intentas? Aprovecha cada segundo que te quede, mete toda la intensidad que puedas, no dejes de creer, probablemente no ganes, pero te volverás mejor para la próxima, te acercarás más a lo que funciona. Tus músculos, tu mente, tú todo se hará más fuerte.
Te acostumbrarás a explotar cada posibilidad de victoria siempre en el futuro, así esta sea 0.01% y algún día, vas a dar con la tecla y tendrás la victoria más dulce de tu vida, la que pocos experimentan, la improbable, la “imposible”.
Esto solo te pasará si te acostumbras a no rendirte nunca, así que nunca lo hagas.
Estás son las razones por al que la gente se suele rendir:
No tienen fuerza de voluntad, son débiles.
Prefieren el pequeño placer de convencerse a ellos y a otros de que tienen razón, que el de la victoria.
No están dispuestos a sacrificar nada, no importa si la recompensa vale la pena.
Se niegan a cambiar.
Le tienen miedo a la derrota.
Estas son todas las razones reales para rendirte cuando la meta es buena y la competencia es sana:
No hay ninguna, inténtalo con toda tu fuerza, cambia y no dejes de intentarlo hasta que el reloj se agote, ya sea el del partido o el de tu vida.