No necesitas ventajas innovadoras
Redescubrir es mejor que descubrir. Descubrir primero el nuevo método para adelgazar o hacer dinero no te garantiza el éxito. La gente se la pasa desesperada montándose en la última tendencia preocupados de quedar rezagados con respecto al resto.
Todo esto lo hacen mientras ignoran conocimiento milenario y probado que los ayudaría a alcanzar sus objetivos.
Existen un par de razones para esto. La primera es que se ha instaurado la idea falsa de que todo lo moderno y nuevo es superior. De que todo avanza de forma lineal y ascendente.
La segunda razón es que aunque conocen el método milenario, también conocen los sacrificios que este implica. No quieren poner el trabajo. No saben si lo nuevo funcionará, pero tienen la esperanza de que les ahorre tiempo y esfuerzo.
La verdad es que el 99% de las cosas no se descubren en un laboratorio. No se planean ni se inventan utilizando lógica y planeamiento. La mayoría de las cosas se descubren mediante ensayo y error. Ensayos tan largos que duran más que la vida de una generación. Es por esto por lo que mucho del conocimiento del pasado es superior. Porque no ha sido producido por un intelectual teórico, ha sido producido por el tiempo y la realidad misma.
El efecto Lyndy
El efecto Lyndy es un fenómeno probabilístico donde la expectativa de vida de una tecnología o idea es proporcional a su vida actual. Es decir mientras más tiempo ha existido algo, más tiempo seguirá existiendo en el futuro.
Si alguien intenta cambiar/mejorar algo durante generaciones y no lo logra entonces deberías prestar atención a este algo. Probablemente no exista un sustituto mejor. Los que lo han utilizado han disfrutado de sus ventajas y estás han probado ser superiores a sus desventajas.
Con las tecnologías e ideas nuevas no podemos decir lo mismo. No sabemos si aportan más de lo que nos quitan. Ni siquiera sabemos si en verdad funcionan. A la larga tal vez nos demos cuenta de que no vale la pena utilizarlas.
Las ideas y las tecnologías pueden expandirse muy rápido en la población. Las personas se confunden y piensan que si muchas personas usan algo esto debe ser bueno. Esto es un error, no es la cantidad de gente lo que te da información sobre los beneficios o la utilidad de algo. Es la cantidad de tiempo que la gente lo usa.
Si algo te proporciona un beneficio en el corto plazo puede popularizarse rápidamente. Es después de años que vemos si los efectos a largo plazo son verdaderamente positivos. Un claro ejemplo de esto es la popularidad que tuvieron cigarros o algunas drogas en sus inicios. Años después se descubrieron los efectos perjudiciales en la salud de sus usuarios y su popularidad decreció.
En la actualidad el mundo cambia cada vez más rápido. La innovación y todo lo nuevo es recibido con brazos abiertos. La gente intenta obtener ventajas siendo los primeros en aprovechar las novedades. Corren riesgos desconocidos obsesionados por sacar provechos que ni siquiera saben si existen o si valen la pena.
No es que la innovación sea mala, lo malo es pensar que es la única forma de obtener ventajas. Antes de intentar beneficiarte de las ideas nuevas, es mejor hacerlo de las viejas. Existe muchas ideas antiguas que Lyndy ha probado que aportan un valor neto positivo a nuestras vidas. Aprovéchalas primero y después puedes ir a por lo innovador con precaución.
Hay años y años de evidencia demostrando que el ejercicio físico y los alimentos no procesados producen cuerpos fuertes y sanos. Nadie hacia dietas extravagantes, tomaba pastillas, ni mucho menos se sometía a cirugías para mantenerse en forma. Los últimos métodos pueden dejar de usarse en unos pocos años si no prueban su beneficio neto. La comida natural y el ejercicio seguirán dando beneficios a los humanos mientras existan. No creas que eres más inteligente por irte por lo “fácil” y nuevo.
Muchas ideas religiosas han perdurado debido a que han sido útiles para sus seguidores por miles de años. No tienes que ser religioso, pero te será útil respetar estas ideas. Si decides no hacerlo y prefieres seguir ideologías nuevas como el feminismo, cientificismo o el progresismo recuerda que lo más probable es que desaparezcas junto con estos movimientos. La disciplina, monogamia, familia y el trabajo duro son ideas que han servido a personas durante generaciones. Probablemente sigan ayudando durante muchas generaciones más, es tonto cambiarlas por tendencias nuevas cuyos efectos a largo plazo son desconocidos. Aprovecha lo que ayudó a tus antepasados.
Come alimentos ancestrales, aleja los celulares de los niños, escucha a los antiguos griegos antes que a los psicólogos postmodernos, remplaza los aceites vegetales industriales por el milenario aceite de oliva. Primero redescubre, luego innova.