Tanto la mentira como la verdad tiene sus pros y contras.
Las mentiras traen beneficios a corto plazo, pero casi siempre hay un precio. La gente piensa que el precio es el riesgo de que te descubran, pero esto es lo de menos. El verdadero precio es lo complicado que se va haciendo el futuro. Mientes para salir del problema hoy, pero el mismo problema vuelve a aparecer mañana. Nada se soluciona definitivamente nunca y los problemas se acumulan.
La alternativa es decir la verdad, esto es difícil al principio. Al decir la verdad te arriesgas a ofender a alguien, a no agradar a todos y entrar en conflicto con otros. Decirte la verdad a ti mismo puede doler. Le duele a tu ego y autoestima, por suerte esta es antifrágil. Si sabes que dirás la verdad en el futuro modificarás tu forma de actuar en el presente. La verdad te obliga a tomar el camino difícil en el día a día.
Los beneficios de mentir suelen ser pequeños y llegar rápido. Los de la verdad tardan, pero son inmensos si la dices por suficiente tiempo. Los problemas con decir la verdad son pequeños y llegan rápido, pero los problemas de mentir tardan y son inmensos.
Decir la verdad te da relaciones más ricas
Si mientes y ocultas tu forma de ser vas a terminar rodeado de gente que odia al verdadero tú. No te va a quedar otra que vivir el resto de tu vida estresado, pensando en lo que vas a decir y haciendo cosas que no quieres hacer para mantener vivo a ese personaje que inventaste.
Si dejas de mentir te arriesgarás a perder a tu pareja, amigos o socios. No es culpa de ellos, ellos se acercaron porque tú les hiciste creer que eras otra persona.
En cambio, si dices la verdad a todos, se alejarán de ti las personas que quieres que se alejen de ti y se acercarán las que quieres que se acerquen. Estarás cómodo y relajado con su compañía, no tendrás que hacer sacrificios para mantener relaciones forzadas.
Decir la verdad hace tu vida más simple a la larga
Si mientes tienes que acordarte de lo que dijiste y a quién le dijiste qué. Si dices la verdad sabes que dijiste lo que pensabas a todo el mundo así que no tienes que estar teniendo cuidado.
Menos estrés.
Decir la verdad te obliga a tomar el camino difícil, pero bueno
Si dejas de mentir por suficiente tiempo sentirás vergüenza de las cosas malas que haces. La gente se enterará de tus fallos y de que tomaste el camino fácil. Esto hará cambies tu forma de actuar para que no te avergüencen tus acciones.
Si te comprometes a decir la verdad en el futuro actos como ser infiel, robar o no apoyar a alguien cercano son impensables. Solo los que tienen la opción de mentir tienen la tentación de cometerlos.
Decirte la verdad te hará cambiar para mejor
Cuando las cosas no te salgan bien analizarás con frialdad en que fallaste y que debes cambiar. Antes solo te decías excusas que te hacían sentir bien, culpabas algo externo y seguías haciendo lo mismo.
Ahora aceptas el dolor del fracaso y lo transformas en algo bueno, algo útil, algo que te haga mejor.
Mientras más joven empieces a decir la verdad, más rápido aprenderás, mejores serán tus relaciones y más épica será tu vida. La verdad es una aventura. Es dejar de intentar que tu mente “racional” controle todo, es amar tu destino. Decir lo que tienes que decir y que pase lo que tiene que pasar.
Por eso amigos, empiecen a decir la verdad, mientras más viejo eres, más difícil se pone.
Me encanta, ¡gracias!
Decir la verdad en la teoría suena fácil.
Pienso que en la sociedad en la que vivimos hoy en día, donde las redes sociales están llenas de filtros y ediciones, que es la norma, entonces no vale la pena estar ahí.
Decir la verdad hoy es algo único, magnífico, raro, aguafiestas, negativo, no estar en la onda, no estar a la moda, no decir lo que todos dicen y "que se debe decir".
Decir la verdad te vuelve comunista, socialista, rebelde.
Decir la verdad es abrazar la soledad y soltar la falsa compañía.
Decir la verdad es aprender a soportar la presión social, cosa que es muy difícil y más cuando tienes poco poder de decisión en tu vida, en las circunstancias en las que te encuentras y muchas otras variables.
Decir la verdad es jugar a seguir vivo o morir.
Decir la verdad acarrea todas estas consecuencias, sociales, económicas, políticas, laboral, seguridad personal, la vida, la muerte, familiares y de la persona misma.
Creo que es importante saber y comprender el maldito juego de la vida.
Saber con quienes, que normalmente son tus cercanos, intentar mantener y vivir bajo la verdad.
Pero con los desconocidos es jugar al juego de esta época en la que vivimos, se trata de decir lo que TOCA decir. Muchas gracias.