Existe la idea de que si quieres que te vaya bien debes juntarte con gente a la que le va bien. Que si te juntas con gente que tiene dinero terminarás teniendo dinero. Que debes juntarte con “ganadores” porque el éxito se contagia y los perdedores te traerán abajo.
Este es uno de los peores consejos que hay, sin embargo, es un consejo super común. La gente busca meter a sus hijos en colegios caros haciendo enormes sacrificios, no por la calidad de la educación, si no por la “calidad” de las amistades. Se meten a clubs, desechan amistades viejas y sinceras, van a fiestas llenas de gente que los hacen pasarla mal. Lo que sea con tal de unirse al grupo “ganador”.
Los que siguen el consejo están segados por el estatus y no por los supuestos beneficios de esta práctica. Quieren ser percibidos como ricos y exitosos por contagio social. En el fondo piensan “Si me ven en este grupo, pensarán que soy como ellos”, en vez de “quiero ser como ellos”.
Racionalizan que no están persiguiendo un pequeño placer a largo plazo con los siguientes argumentos:
“Si te juntas con gente con dinero, tendrás más oportunidades de negocio”
Es una verdad a medias. Primero, los “contactos” no sirven en la vida real. Nadie te va a dar nada solo porque lo conoces. Los negocios se hacen con alguien que puede aportar algo, cuando el acuerdo trae un beneficio mutuo, si no tienes eso, la oportunidad no puede ser aprovechada. Si lo tienes, podrás hacer negocios sin necesidad de amistad.
En el único caso donde un amigo te puede ayudar es en un negocio corrupto o si te da unas migajas de su fortuna que para ti parezcan algo significativo, en ninguno de los casos creo que valga la pena hacer los sacrificios necesarios para mantener amistades falsas e interesadas.
“Me copiaré de sus costumbres y eso me ayudará a tener éxito”
Lo siente, si dejas que el ambiente te empuje a hacer las cosas de una forma u otra, no tendrás éxito. Además, lo que va a pasar es que te copiarás de sus gastos y placeres en vez de lo que hacen para tener ingresos y su ética de trabajo.
Ellos comprarán sus carros, sus ropas y sus viajes sin ninguna dificultad porque ya tienen capital invertido. Tú te endeudarás para mantener el mismo estilo de vida. Tus hijos te dirán “papi, pero todos mis compañeros del cole están yendo a Disney”. Verás tu sueldo quincenal escrito al lado de un vino en la carta de algún restaurante y te lo pedirás porque te de vergüenza que te descubran. Y así mil cosas más.
Es una vida bastante patética.
“La gente importante y poderosa puede ayudarte en cualquier problema”
Si, pueden, pero no lo van a hacer. En la vida real lo más probable es que solo te ayude alguien bastante cercano, no una amistad superficial. Ese amigo de la infancia que desechaste porque no tiene un duro probablemente hará más por ti que el conocido del club cuando las cosas se pongan feas.
Esta no la dicen, pero muchos la piensan:
“Si pongo a mi hija en un colegio caro es más probable que se termine casando con alguien con dinero”
Lo gracioso es que esta forma de pensar la mantienen feministas que llenan la boca del empoderamiento de la mujer.
El argumento es real, pero ¿Vale la pena? ¿No estás metiéndole inconscientemente la idea a tu hija de que el dinero es lo más importante? Los niños se dan cuenta de más de lo que crees.
Por cierto, a las mujeres no les gustan los hombres que se encuentran debajo de ellas en la jerarquía socioeconómica. Mientras más dinero y posición le hagas creer que tiene, menos hombres buenos y competentes que no alcanzan sus fantasías le bastarán.
Casi todos los argumentos prácticos son nulos o no valen la pena, pero eso no es todo. Hay estudios sobre este tema que indican que uno de los mejores predictores de mortalidad temprana es tu posición jerárquica con respecto a las personas con las que pasas tiempo.
De hecho, el científico Michael Marmot escribió un libro plagado de estos estudios llamado “The Status Syndrome”. Si pasas más tiempo con gente con tu mismo estatus social o uno menor vivirás una vida con menos estrés, más sana y más larga.
Y finalmente, los refranes y frases milenarias que han pasado la prueba del tiempo también me dan la razón:
“Más vale cabeza de ratón que cola de león”
Y
“Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”
Es decir, no te fuerces por entrar en espacios donde vas a ser el más miserable de todos. Ve a donde puedas estar cómodamente y hazte amigo de los que te caigan bien y punto, sin estar pensando si tiene o no tiene.
Júntate con los que te hagan pasar un buen rato y asegúrate de que la pasen bien contigo sin tener que hacer ningún sacrificio.