La idea del sacrificio es una idea antigua. Sacrificar algo hoy para obtener un beneficio mañana. Lo humanos de múltiples civilizaciones llegaron a la conclusión de que esto funciona.
Cuando una persona sacrificaba una cabra lo hacía con la esperanza de ganar el favor de un Dios. Cuando tú no te comes ese chocolate estás sacrificando el placer en el presente con la esperanza de obtener un beneficio en el futuro (salud y estética). Es básicamente la misma vieja idea.
Todos realizamos sacrificios, si no lo haces tu vida se vuelve un infierno rápido. Imagínate cómo sería tu vida si hicieras exactamente lo que te provoca todo el tiempo. De verdad imagínatelo, tómate 5 minutos en pensar cómo sería tu vida si estás un año así. 1 año sin nada de esfuerzo o autocontrol. Terminarías quebrado, gordo y probablemente muerto.
Todos hacemos sacrificios, los sacrificios son claves para el éxito, pero algunos sacrificios son mejores que otros. Un problema bien conocido por nuestros antepasados, pero olvidado hoy en día.
LOS SACRIFICIOS FALSOS
Las historias antiguas condensan sabiduría milenaria. Este es el caso en la historia de Caín y Abel. Ambos hermanos hacían sacrificios a Dios. Abel era favorecido y obtenía todo lo que deseaba, pero los sacrificios de Caín no funcionaban.
Caín harto de ver a su hermano prosperar mientras él no salía adelante invoca a Dios y tienen una conversación. Caín le recrimina a Dios que creó un universo injusto y retorcido porque él está todo el día partiéndose el lomo, haciendo los mismos sacrificios que Abel, pero no obtiene recompensa.
Dios que lo ve y sabe todo le responde a Caín: tus sacrificios son falsos. Estás buscando siempre el camino fácil e intentando engañar a los demás con estos sacrificios, intentando engañarme a mi e intentando engañarte a tí mismo.
Yo veo esta historia todo el tiempo. Veo gente fingiendo esfuerzo y sacrificios, los veo no obtener resultados y los veo quejarse de su mala suerte. Por ejemplo, yo estoy en buena forma física, para hacer esto entreno duro 3 veces a la semana y como sano la mayoría de mis comidas. Con este sacrificio me ha bastado para mantenerme bien durante años.
En cambio, conozco muchas personas desde que eran más jóvenes de lo que soy yo ahora que tienen problemas de salud y sobrepeso. Entrenan 5 o hasta 7 veces a la semana y todo el día dicen hacer dieta. Tremendo sacrificio que no ha pagado frutos en décadas. Se quejan de su mala suerte, de su metabolismo o de sus genes (a pesar de que algunos son mi familia), pero nunca aceptan que su sacrificio es falso.
Meten muchas horas, pero no meten nada de esfuerzo verdadero. Entrenan sin ganas desde hace 10 años sin retarse ni un poco. Una brutal pérdida de tiempo. No intentan mejorar o aprender de nutrición. Buscan una comida que sea conocida como dietética para engañar a otros y la transforman en una aberración que satisfaga su paladar degenerado. Se comen sopas de mayonesa y le dicen ensalada, pero Dios prohíba que se coman una hamburguesa de carne, aunque sea sin pan ¡La gente podría pensar que no están haciendo dieta!
Sus sacrificios son una mentira, idénticos a los de Caín. No están dispuestos a sufrir por su propia mano, están dispuestos a fingir que sufren, no están dispuesto a hacer lo que funciona, están dispuestos a convencer a los demás que lo intentan.
Estos sacrificios falsos abundan en todos los ámbitos, meten muchas horas en la oficina, pero nunca trabajan concentrados, solo se preocupan de que los vean irse tarde y porque es mejor eso que estar con la familia que ya no soportan en casa. Siempre el camino fácil.
Ofrecen solo lo que no les cuesta. La idea de sacrificio es que tiene que costarte. Tienes que dar algo que de verdad te importe. Tienes que sufrir en el momento o tienes que despedirte de algún placer. Tienes que meter intensidad.
Recuerda puedes engañarte a ti mismo, puedes engañar a algunos tontos, pero nunca vas a engañar a Dios o si no crees en él, nunca vas a engañar a la realidad, la causalidad y las leyes inherentes de este universo.
Deja de fingir esfuerzo, haz sacrificios inteligentes y difíciles que logren cosas en el mundo real. No importa lo que de los demás piensen, olvida el juego del estatus.
Terminarás resentido haciendo cosas horribles exclusivamente por tu culpa, igual que Caín.
Gracias por el boletín. Muy interesante, muy bonito.
No creo en Dioses ni religiones tradicionales, pero me parece muy bonita esta lectura. Nos invita a escaneárnos a nosotros mismo constantemente si realmente estamos haciendo algo de lo que decimos que hacemos, como aprender un nuevo idioma, desarrollar un emprendimiento, etc.
Somos humanos y nuestra tendencia es procrastinar, este es nuestro principal de muchos enemigos. Le puedes mentir al mundo, pero jamás a ti mismo.
"meten muchas horas en la oficina, pero nunca trabajan concentrados, solo se preocupan de que los vean irse tarde y porque es mejor eso que estar con la familia que ya no soportan en casa" pero qué cosa tan más real (me he reído)